El
coaching es una técnica internacionalmente validada y certificada que, sumada al
conjunto de habilidades y experticias de una persona, permite que ésta pueda
ayudar a otra a lograr objetivos concretos. Es un camino que muchas veces
comienza sin la certeza de cuál es la meta que se quiere alcanzar, o cuando no
se logra verla con facilidad. Cuando decidimos ir por el coaching es porque confiamos en alguien, con la debida
preparación, quien nos va a acompañar en
proceso de cambio que queremos, o necesitamos, en nuestra vida personal,
profesional, empresarial... O en todas, porque uno es un ser humano integral,
con distintas facetas, en la vida.
Es
un proceso práctico, con resultados
medibles, palpables, que satisface y brinda aprendizajes. A la persona que
acude a un coach se le llama
técnicamente coachee (o
cliente). En la metáfora de una travesía en el oceáno, el coachee es quien
lleva el timón del barco y lo conduce al puerto al que decide ir. El coach
permanece a su lado, brindándole esa sensación de no estar solo.
¿Cómo saber si necesito un coach en vez de un terapeuta?
Coaching
y terapia son diferentes en sus propósitos y en sus técnicas. Ambos coinciden
en que su base es el contacto entre dos
personas, en privado, para conversar cumpliendo una metodología y
estableciendo una serie de acuerdos, en condiciones de respeto y confianza
mutua, durante una sesión que dura entre 45 minutos y 1 hora.
Un
terapeuta es un psicólogo o un psiquiatra, y el foco de su trabajo con el
paciente es solucionar un problema relacionado con su conducta que incluso
puede requerir tratamiento farmacológico, sesiones por un largo período de
tiempo y la revisión a profundidad de su vida, sus relaciones y sus temas más
íntimos.
Un
coach tiende a ser un profesional con inclinación hacia uno o varios campos de
desempeño (como deportes, artes, desarrollo organizacional, crecimiento
personal, entre otros tantos) capacitado y motivado a ser la compañía calificada que una persona necesita para un cambio deseado. Trabaja a su lado,
ayudándolo a encontrar, crear o poner en práctica las tareas que hará para cruzar la meta, en un período de tiempo corto.
A menudo busco un coach cuando me decido a actuar
para convertir un sueño en realidad, del tipo que sea:
quiero ser flaca, quiero tener muchos amigos, necesito terminar a tiempo un
proyecto, quiero montar un negocio propio, escribir la tesis, estoy buscando un
cambio en mi rutina para ser más productivo con mis horas de trabajo… y miles más. Soñar es infinito. Las posibilidades
también.